Las experiencias extremas vividas durante la infancia pueden interferir en la vida de adulto. Experimentamos todo tipo de síntomas pero inicialmente no los relacionamos con dificultades pasadas. Hablar con un psicólogo clínico puede permitirle correlacionar sus dificultades actuales con lo que las originó en primer lugar, una vez detectado podemos entrar en un proceso de duelo y cierre.

Ya sean sexuales, físicos o psicológicos, los abusos pueden causar traumas. Sin embargo, las personas que experimentan sucesos traumáticos se recuperan de ellos. Si experimentamos angustia, es porque nuestra reacción sigue conectada a ese acontecimiento traumático.